El lado prohibido y magnético de las discotecas exóticas
Luces locas, humo espeso, cuerpos en trance... y de pronto, una silueta con orejas de peluche y otra con casco de astronauta bailando como si no existiera el mañana. No estás dormido, ni atrapado en un videoclip retro mal editado: estás dentro de una discoteca exótica. Ese tipo de lugares donde la lógica se queda en la entrada y la diversión